
(
Foto de Sutpen)
Nada me ata a nada. Quiero cincuenta cosas al tiempo.Con la angustia del ávido de carne anhelo no sé bien qué: definidamente lo indefinido... Duermo inquieto, y vivo el soñar inquieto del que duerme inquieto, a medias soñando.Me cerraron todas las puertas abstractas ynecesarias. Corrieron las cortinas ante todas las hipótesis que habría podido ver en la calle. En el callejón donde me encuentro no está el número de puerta que me dieron.Desperté a la misma vida que me había adormecido. Hasta mis ejércitos soñados sufrieron la derrota. Hasta mis sueños se sintieron falsos al ser soñados. Hasta la vida sólo deseada me harta -hasta esa vida... Comprendo a intervalos inconexos, [...]
Otra vez vuelvo a verte,
pero, ¡ay, a mí no vuelvo a verme!
Se ha roto el espejo mágico en el que volvía a
verme idéntico
y en cada fragmento fatídico sólo veo un pedazo
de mí
-un pedazo de ti y de mí.
(Álvaro de Campos)