jueves, abril 12, 2007

Lisbon Revisited

(Foto de Sutpen)




Nada me ata a nada.
Quiero cincuenta cosas al tiempo.
Con la angustia del ávido de carne anhelo
no sé bien qué:
definidamente lo indefinido...
Duermo inquieto, y vivo el soñar inquieto
del que duerme inquieto, a medias soñando.

Me cerraron todas las puertas abstractas y
necesarias.
Corrieron las cortinas ante todas las hipótesis que
habría podido ver en la calle.
En el callejón donde me encuentro no está el
número de puerta que me dieron.
Desperté a la misma vida que me había
adormecido.
Hasta mis ejércitos soñados sufrieron la derrota.
Hasta mis sueños se sintieron falsos al ser soñados.
Hasta la vida sólo deseada me harta -hasta esa
vida...
Comprendo a intervalos inconexos,
[...]

Otra vez vuelvo a verte,
pero, ¡ay, a mí no vuelvo a verme!
Se ha roto el espejo mágico en el que volvía a
verme idéntico
y en cada fragmento fatídico sólo veo un pedazo
de mí
-un pedazo de ti y de mí.

(Álvaro de Campos)

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