viernes, agosto 13, 2004

Mensaje en una botella



Esta noche mientras entretenía el tedio de la guardia sentado sobre la amura de babor, leyendo a Milosz bajo la luz del carburo me acordé de usted. La vi de forma clara, diáfana reflejada en estas pocas letras. Tal y como veo la luna llena respirando bajo el negro oleoso del mar. Sus ojos verdes (sin duda), su pelo rizado (quizá), sus labios carnosos (seguro). Alguien (Olson, el sueco) tocaba una melodía triste con la armónica desde uno de los camarotes. No he podido reprimir el impulso: he cogido una botella vacía de bourbon de la cocina, he garabateado estas palabras, este poema, sobre papel de estraza, lo he enrollado, metido dentro, sellado con un tapón y arrojado al mar, con el convencimiento de que los mensajes en un botella... llegan o no. Siendo plenamente consciente. Asombrosamente lúcido.

Desde la Baja California, fondeado en Santa Rosalía. 27° 19' Latitud N y 112° 17' 30" Longitud O.

Un beso,

Sutpen



Montaña mágica

No recuerdo con precisión cuándo murió Budberg;
[hará dos o tres años.
NI cuándo murió Chen. Hace un año o más.
A los recién llegados, Budberg, nostálgicamente
[sereno,
Dijo que al principio es difícil acostumbrarse
Porque no hay aquí primavera ni verano, ni otoño
[ni invierno.

"Soñaba constantemente con la nieve y los bosques de
[abedules.
Donde casi no hay estaciones, uno ni se da cuenta
[de cómo pasa el tiempo.
Esto es, verá usted, la montaña mágica."

Budberg: en la infancia, el apellido de sus
[antecesores.
Era importante en la provincia de Kiejdany
Esa familia rusa originada de los alemanes desde el
[Báltico.
No leí ninguno de sus estudios, demasiado
[especializados.
Y Chen, según dicen, ha sido un excelente poeta.
Debo creerlo sin prueba porque escribía sólo en
[chino.
Octubre caluroso, fresco el mes de julio, en febrero
[florecen los árboles.
Los vuelos nupciales de los colibríes no anuncian
[la primavera.
Sólo el viejo arce, despojándose de las hojas cada
[año, en vano,
Porque ésta ha sido la sabiduría de sus antepasados.

Sentí que Budberg tenía razón y me rebelaba contra
[ella.
Entonces, ¿no me será concedida la fuerza?, ¿no
[salvaré el mundo?
¿Y no serán mías ni gloria ni tiara ni corona real?
¿Acaso me entrenaba a mí solo
Para componer los versos a las gaviotas y a la brisa
[del mar,
Escuchando cómo rezumban en la bahía las sirenas
[de los barcos?


Hasta que pasó. ¿Y qué pasó? La vida.
Ahora no me avergüenza mi derrota.
Una sola isla velada de nubes donde ladran las
[focas
O el ardor del desierto, ya son el don suficiente
Para que el hombre diga, yes, tak, sí.
"Incluso durmiendo trabajamos en la creación
[del mundo."
Sólo de la persistencia nace la persistencia.
De mis actos trenzaba la invisible soga
Y subía por ella, y ella no me dejó caer.


¡Qué procesión! ¡Quelles délices!
¡Qué birretes y vistosas togas!
Most Distinguished Professor Chen,
Mnogouwazajemyj Profesor Milosz,
Quien solía escribir poemas en un idioma extraño.


¡Quién irá a contarlos! Aquí el sol
Hace palidecer la llama de sus altas velas,
Y cuántas generaciones de los colibríes acompañan
[su paso
Mientras ellos avanzan. Por la montaña mágica.
Y la fría bruma del mar significa que de nuevo
[estamos en julio.

Czeslaw Milosz



"Setenta y cinco marineros se hicieron a la mar,
sólo uno de ellos vivo habría de tornar"


R. L. Stevenson. La isla del tesoro.

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