domingo, octubre 18, 2009

Posdatas

"San Jorge y el dragón", Paolo Uccello.

PD1. ¿Te acuerdas? Vimos este cuadro en la National Gallery de Londres. Tú te burlabas del pobre San Jorge. Han pasado ya unos cuantos meses y hoy acabé de entenderlo del todo.

PD2. San Jorge no quiere domesticar al dragón. Quiere matarlo. ¿Por qué tienes que domesticar algo que quieres matar? Esa es la diferencia entre él y ella. Él necesita que el dragón muera. A ella le basta con domesticarlo. A él no le sirve domesticado. Sólo muerto. Necesita que desaparezca. Para siempre. Ella no. Ella no lo quiere muerto. Sólo bajo control. Que en los días de invierno le encienda la chimenea con su aliento de fuego, que la lleve a pasear por el cielo en los días sin nubes, que la proteja de los bandidos cuando pasea por el bosque. Es por eso que utilizan armas diferentes. Para matar un dragón necesitas armadura, caballo, lanza, furia, odio y violencia. Para domesticarlo basta una mano suave, una cuerda y un poco de dulzura. Pero no perdamos de vista algo: Ambos desean cosas diferentes.

PD3. [...] No temo a la muerte ni a estar vivo. Lo único que temo es no saber si estoy vivo o muerto. Y he de confesar que tu tendencia a no saber decir “no”, a “domesticar” dragones… me asustaba un poco. Siempre he pensado que los animales domesticados no están del todo muertos ni del todo vivos. [...] Sabes que no voy a permitir que me conviertas en tu bestia de compañía. San Jorge sólo me buscará vivo o muerto.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Igual. Igual. Igual...A ti mismo.
Creo que S.Jorge sabe que hay cosas que jamas van a cambiar!! ya te conosce hace bastante tiempo probablemente!!!

Caminos blancos, estimado Sutpen, que el sole lo vea caminando.

Anónimo dijo...

Probablemente es muy triste decirlo, porque en muchos casos significa también una rendición. Pero es cierto que hay cosas que no cambian, que no cambiarán jamás.

Sutpen

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