martes, marzo 10, 2009

Noche épica


John Carlin es uno de mis cronistas deportivos favoritos. Uno de esos tipos capaces de convertir un gol en el último minuto de partido en la victoria de Aquiles sobre Héctor, un regate sobre el banderín de córner en aqueos saliendo del vientre de un caballo, hasta el punto de no saber con certeza si lo que uno está leyendo es un diario deportivo o la batalla junto a la muralla en el Canto XII de la Ilíada. En definitiva, uno de esos vilipendiados periodistas deportivos que convierten el deporte, el fútbol en este caso, en algo épico y trascendente preñado de hazañas increíbles, gestas fabulosas, héroes y dioses que bajan del cielo o ascienden de los infiernos para marcar un gol con la mano, dejar en el camino a malvados ingleses, o sumir a millones de personas en llantos inconsolables. John Carlin escribe para que después todos nosotros, una noche cualquiera, sentados en el borde de una cama contemos a nuestros nietos lo que una tarde lejana hizo un barrilete cósmico, una saeta rubia o un flaco holandés. O cómo una noche de 10 de Marzo de 2009 una hueste de guerreros blancos tomó la fortaleza inexpugnable de Anfield. John Carlin, queridos amigos, lo creáis o no, escribe en hexámetros dactílicos.

Artículo de John Carlin 10/03/2009 Diario As.

"Todos los jugadores ven la frase, escrita sobre un muro, justo antes de salir al campo. "This is Anfield": "Esto es Anfield". Tres palabras tan sencillas pero, unidas y en ese orden, tan extraordinariamente potentes. Inspiran a los de casa e intimidan al rival. A los jugadores del Liverpool les da oxígeno y alas, les llena de orgullo. Porque esa pequeña frase contiene toda la historia de un club hecho grande por el legendario entrenador escocés Bill Shankly y llevado a la gloria, a la conquista de cinco Copas de Europa, por titanes como Kenny Dalglish, Graham Souness e Ian Rush. También les sirve de alerta, preparándoles para el ruido ensordecedor, el tremendo grito de guerra, que oirán un par de segundos después, al saltar al terreno de juego. No hay afición en el mundo más apasionada y más leal que la de este estadio.
El impacto sobre el rival es a la inversa. El instinto natural al leer "This is Anfield" es empequeñecerse. Hay que ser fuerte, tener una enorme confianza en sí mismo, y en su equipo, para reaccionar de otra manera. Sin embargo, el Real Madrid es uno de los pocos clubes del mundo que puede competir con el Liverpool, incluso superarle, en cuanto a leyenda. Se lo debería decir Raúl a sus compañeros esta noche después de la cena: "Esto será Anfield, muchachos, pero this is Madrid. No lo olvidemos nunca".

Hoy es noche para la épica.

2 comentarios:

uminuscula dijo...

Y qué importa el 2008. He dado un respingo.

Anónimo dijo...

Bienhallada, mina.

Sutpen.

Publicar un comentario